domingo, 19 de julio de 2009

A mi casa


howlinghowling howling

-Señorita, por favor levántese- me dijo Iván.- Es su deber asistir-
-No me interesa...- dije con pereza mientras me aferraba a unos de los mástiles de mi cama.- ¡Ese lugar no es más que problemas para mi!-
-Es su deber como cazadora asistir señorita, además su familia también asistirá-me dijo mientras jalaba de mi tobillo.
-Esa es otra razón por la que no quiero ir, ¡Me apesta ver a mis hermanos!-reclamé, nuevamente esas mañanas de lucha que siempre perdía, el mástil cedió, nuevamente, y me vi obligada a asistir a la 367° convención de cazadores, en el otro mundo.
-No olvide la carta señorita- decía con una resplandeciente sonrisa Iván, ya me había vestido y armado hasta los dientes, pues por más que fuera una convención de cazadores no faltaban las riñas inútiles. Sobre mis tres hermanos, poco puedo decir, son mayores que yo por 4, 7 y 9 años al ser la única mujer de mi familia, mi madre falleció al traerme al mundo, mi padre y mis hermanos me trataron fríamente siempre distantes y con entrenamientos de igual dureza para todos. Edot, el mayor, reside en Alemania y es parte del cónsul de cazadores del país; Fario reside en las amazonas controlando los ataques en la zona; y por último Teo, el más pesado conmigo reside en África trabajando como guardia personal del presidente del consulado. En cuanto a mi padre, es uno de los honorables miembros del cónsul de America.
Llegamos al portal y me despedía de Iván. Le dí mis datos al portero, un gnomo gruñón de quizás cuantos siglos de vida, me miró con su monóculo y asintió mi paso. Al entrar de pronto todos los movimientos se detuvieron y tomó un color grisáceo, suspiro y sonrío.
-Tanto tiempo Chris.-dije sin abrir los ojos. Luego todo volvió a su normalidad y a mi lado apareció mi amigo, con su marca en la frente una capa negra y un báculo de plata.
-Me impresiona verte por aquí, ¿Iván te obligó de nuevo?-dijo riéndose, suspiré rendida y seguí mi camino.- ¡Jajajajaja! ya me lo imaginaba, pero es bueno volverte a ver-
-Lo mismo digo, ¿sabes de que va esta reunión ahora? Por que yo he pagado todas mis cuotas y he terminado todos los mandatos- dije con pereza.
-Elegirán a un nuevo Master-dijo más serio.
-¿Y que pasó con el Master Gao?-pregunté incrédula- ¿El cáliz ya no le hace efecto?-
-No, el viejo no quiere más guerra, estar primero en esa lista de cabezas debe serle bastante desgastador- dijo, la lista de cabezas es una lista de los cazadores más odiados por los demonios, Satán nos manda una lista a cada cazador cada cierto tiempo mostrándonos nuestras posiciones, tal y como el Master hace para los demonios.
-Sí, pobre viejo, el otro día un goblin me rompió la Honda-dije con pesar.
-No la debió haber sacado barata ¿eh?-dijo riendo, no pude evitar reirme. Entramos al salón, y en esta había un tipo con cara perdida, pero ese tipo no era un cazador, ni era humano. Con Chris nos miramos y agarramos uno cada brazo del tipo y lo llevamos al fondo del pasillo donde nadie pudiera vernos u oírnos Chris paró el tiempo.
-¿Qué haces aquí vampiro?-le dije con desprecio, él hombre debería aparentar la misma edad mía y en sus ojos se veía miedo y confución. No respondía, sólo nos miraba con miedo.
-Hanna, está recién transformado...-me dijo Chris tomándome del hombro. Todo estaba claro, suspiré y saqué mi mano de la pistola, miré el cuello del tipo totalmente ensangrentado. Le tomé su gélida mano.
-¿Cómo te llamas?-le pregunté mientras con un pañuelo le limpiaba el cuello.
-A... Adrián...-su voz temblaba, sus ojos estaban oscuros, realmente su transformación era reciente, ¿Pero cómo llegó a parar aquí?
-Soy Hanna, ¿Cómo te sientes?-le pregunté cuando terminé de limpiarle, Chris me pasó unas vendas y le tapé la herida.
-Tengo sed... y estoy confundido...-suspiré, miré a Chris y éste negó con la cabeza.
-Sólo una vez, si no se mantiene a raya puede atacar a alguien más y lo aniquilarán sin pensarlo- le dije a Chris.
-Hanna, no-dijo terminantemente.
-Confío en que guardarás el secreto-dije, sin hacerle caso, me arremangué la manga del brazo y con mi daga me hice un pequeño corte, le puse la herida enfrente a Adrián.-Anda bebe-no pudo resistirse, sus ojos brillaron de un rojo líquido y clavó sus colmillos en mi muñeca. Chris suspiró rendido.
-¿No te basta con proteger a 3 demonios en tu casa? ¡Ahora tendrás cuatro!-exclamó molesto. Me sentí mareada.
-Suficiente...-dije Adrián me miró con esos ojos bañados en sangre que volvieron a su oscuridad cuando dejó mi brazo en paz, Chris me tomó de los hombros y me ayudó a sentarme y vendarme la herida.
-¡Eres terca como una puerta mujer!- me regañó. Luego el silencio y el in tiempo nos acogió mientras me recuperaba un poco.- ¿Estás mejor?- preguntó ya con una voz más calmada.
-Sí, sólo un momento más.-dije mientras miraba el piso.
-Discúlpame... yo... no sé que... como fue que...-Adrián intentaba excusarse, sonreí era divertido verlo titubear en un mar de confusión- Lo siento.-
-Deberías estarle agradecido, ella te salvó de que una horda de cazadores te desmembraran sin compasión- dijo Chris parándose y haciéndole frente- Lo mejor será que no te alejes de ella y acates todo lo que te diga, por que si le haces más daño, ¡Anda a saber Dios que es lo que te haré!-
-Ya basta Chris-dije mientras me paraba lentamente apoyada en la muralla- Adrián al llegar a casa te lo explicaré todo ¿sí? Los gemelos sabrán más que yo sobre lo que te pasó- dije.
-Está bien- dijo Adrián sin dejar de mirar a Chris quien también le miraba a él de manera odiosa. Me interpuse entre ellos y sonreí.
-Ya, ya tranquilícense, todo está bien-dije empujándolos a ambos para que se distanciaran.
-No, no todo esta bien, mírate apenas puedes estar de pie por culpa de esta sanguijuela- reclamó Chris sin dejar de mirar a Adrián.
-Basta, mira yo ofrecí mi sangre, es MI culpa-dije intentando aliviar el ambiente.- Además cuando le dije "suficiente" paró inmediatamente-
-Eso es porque es neófito de primeras, es bastante dócil pero quien sabe que puede hacerte después- dijo ofensivamente.
-No le haré nada que ella no quiera- reclamó Adrián.
-¡¡Por favor paaaaaaaaaren!!- grité colmada- ¡Si tanto te preocupa que me pueda hacer vive con nosotros!-le espeté a Chris, luego me giré hacia Adrián- Y tú, ¡si quieres seguir viviendo me harás caso en todo sin reclamar!- ambos quedaron atónitos.
-Pues prepara la habitación- dijo Chris con los brazos cruzados sin dejar de mirar al vampiro. No le hice mayor caso y me dirigí a Adrián, saqué unas esposas y le puse una argolla a él, en el cuello, y otra a mi, en la muñeca, estas esposas eran especiales pues su cadena podía extenderse si yo lo quería.
-No te alejarás de mí, y para el consulado serás mi mascota- dije seriamente, Chris soltó una risa y le golpeé en el hombro.
-¡Y tu me apoyarás en la idea para que no lo maten! Ahora vamos que antes de que pararas el tiempo ya estábamos cortos de tiempo para llegar.- reclamé dirigiéndome al salón avanzando con Adrián a tirones.
Llegamos a tiempo y los tres nos sentamos en la última fila, por suerte algunos no se habían dado cuenta de la condición de Adrián, sólo esperaba que el vampiro se mantuviera a raya, que no me topara con mi familia y que la convención terminara rápido.

1 comentario:

  1. Wuujuu!
    Me encanto ;)
    De donde sacas tan buenas ideas?? ¬¬
    Podrias prestarme algunas... jajaja
    Sq me quede en blanco (A)
    Jijijiji
    Cuidate hermana postiza n.n

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