martes, 26 de octubre de 2010

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howling howling


Alguien está moviéndome el hombro... que molesto... que insistente... si estiro lo suficiente mi brazo derecho podré romperle la nariz...

-Señorita Hanna, despierte de una vez- la voz del viejo Iván llegó a mis oídos borrando todos mis pensamientos anteriores. Abrí los ojos y divisé sus blancos bigotes.

-Buenos días Iván- dije al desesperanzarme lentamente.

-Srta. esto es para usted, y el desayuno está listo-me dijo mientras me entregaba un sobre azul oscuro con detalles plateados en sus esquinas y sellado con lacre blanco con el signo del anillo de mi hermano mayor: un dragón alargado que escribía una E enredada con una K. Asentí con la cabeza.

-Voy en un momento- apunté al momento que me levantaba de la cama vestida con un pseudo pijama, una camisa negra larga, con dicho sobre entre mis manos. Nunca había recibido una carta de ninguno de mis hermanos, pues mi padre sólo me enviaba misiones.

Pero Edot se había vuelto una autoridad también... eso me desanimó, ¿ahora Edot me enviaría las misiones? Bueno al menos este sobre es más bonito que el sobre negro con detalles grises y sello de serpiente característico de mi padre. Me acerqué al ventanal de mi habitación y abrí el sobre viendo la curvilínea letra de mi hermano mayor:

"Hanna Kauff:

Hola hermana, sé que ya te lo había dicho el día de la reunión pero te quiero agradecer esta oportunidad ha sido uno de los mejores regalos que he tenido, descartando el excesivo papeleo que hay en el gremio. Aún así, sumando y restando, no podría estar más feliz. Y la felicidad es un motivo de celebración¿no?

Bien ahora llego al punto de esta carta, deseo que me asistas en esta celebración, pues no tengo residencia actualmente y sé que tu casa es lo suficientemente grande como para una fiesta. Sé que es precipitado y hasta imprudente de mi parte, pero quisiera que seas la segunda anfitriona de esta celebración, por mi parte serían cerca de cien invitados, la mayoría cazadores.

Espero una pronta respuesta de tu parte, muchas gracias nuevamente.
Nos estaremos viendo.

Tu hermano mayor y Master de gremio
Edot Kauff."

Mmmm... sí, efectivamente se estaba excediendo... pero que más dá, no podía rehusarme a hacer una fiesta, soy adicta a ellas. Lo malo son los invitados, pues a pesar de que todos los del gremio sabían que ella vivía con demonios, menos de 1% de ellos lo aprovaba y casi todos intentarían hacerle daño a alguno de los cuatro... sacarlos lejos tampoco era una opción, sería egoísta de mi parte...

¿Sería capaz de evitar las pelear y protegerlos? Creo que sí, tendría que estar al pendiente. Me acerqué a mi escritorio y tomé una pluma y una hoja blanca dispuesta a escribir mi respuesta con mi torpe letra imprenta:

"Edot:

Acabo de recibir tu carta y me agrada mucho la idea de la fiesta, eso sí he de manifestarte de mi inseguridad, pues como infiero tus invitados serán cazadores, y yo tengo a cuatro demonios en casa, como ya sabes... Si no encuentras esto como un impedimento estoy dispuesta a hacer la fiesta pasado mañana en la noche ¿te parece?

Bueno me despido, y me alegra saber de ti.

Tu hermana menor y Cazador S del Gremio Dracola
Hanna Kauff."

Saqué un sobre color turqueza con detalles blancos, doble la carta y la puse en el sobre para finalmente, con lacre azulino derretido con el calor de una vela, sellé el sobre con mi timbre; una bala cubierta por una roza que con su tallo escribía una H.

Bajé rápidamente por las escaleras y entré a la cocina en busca de Iván, pero no estaba, corría al lavadero y tampoco, luego me resigné y busqué en el comedor donde me esperaban los 5 actuales residentes de la casona, saludé generalmente y luego me acerqué a Iván entregándole el sobre con una sonrisa.

-Es para Edot, quiero que le llegue lo antes posible- dije animosa. Él también sonrió y asintió con la cabeza desapareciendo en una nube de humo azulina.

-¿Edot?- preguntó Chris.- ¿Desde cuando le escribes a tus hermanos?- preguntó descolocado.

-No le escribo a MIS hermanos, sólo le escribo a Edot, después de todo es el nuevo Master del gremio- dije un poco reticente tras su reacción.

-¿Nueva misión?- preguntó rápidamente. Fruncí el ceño.

-No- respondí tajante y me senté al lado de Teo quien me ofreció una tostada. La acepté y me la comí de mala gana.

-¿Qué decía la carta?- me preguntó Teo con su voz serena y amable. Vi como Chris se cruzaba de brazos molesto.

-Con Edot organizaremos una fiesta aquí, celebrando su acenso- dije sin demostrar la emoción que realmente sentía por la expectativa y volví a morder mi tostada.

-¿Una fiesta aquí?- preguntó emocionado Leo. Quien se levantó y se arrodilló al otro lado mío.

-Ajam.. pasado mañana sería, hay que organizar todo-

-¿Cuantos invitados serán?- preguntó Teo, vi cómo Adrián tensaba los hombros, al parecer había captado el peligro.

-Aún no lo sé- dije tomando mi té con tranquilidad- Pero tendré que encargar las decoraciones y ustedes necesitarán un traje para la ocasión... Luego le diré a Iván que se contacte con el sastre.-dije con rapidez haciendo notar mi expectación.- Así que hoy todos nos empeñaremos en limpiar la casona desde el sótano hasta el entre techo, ¿Alguien desea ayudarme?- Teo y Leo se ofrecieron inmediatamente y partieron a la habitación de limpieza.

-Los invitados serán cazadores- afirmó Adrián, sin quitar la mirada de su tazón. Suspiré resignada.

-Cierto-dije sin miramientos, negarlo sería estúpido.

-No les agradaremos- volvió a decir, pero esta vez mirándome a los ojos, oí a Chris mofarse por lo bajo y torció una sonrisa.

-Eso depende de ustedes... pero no dejaré que les hagan daño, tanto ellos a ustedes como viceversa- dije seriamente notando como ambos se ponían incómodos con mi mirada. Me levanté de la mesa.

-Podrías haberte tapado un poco más- criticó Christian, echándole una mirada rápida a mi camisa.

-Pues yo encuentro que esta bien, hago lo que quiero en MI casa-respondí sagaz, perturbándole aún más, sólo para joderlo aún, caminé muy femeninamente hasta la puerta moviendo acompasadamente las caderas y con movimientos lentos hasta desaparecer por la puerta, sintiendo dos pares de ojos en mi espalda y dos respiraciones descompasadas que me dieron cierta satisfacción femenina.

Al llegar a mi habitación me vestí rápidamente con unos jeans y una ramera que decía "I love a man who drive a Chevy" y me aparté el cabello con un pañuelo. Al salir de mi habitación divisé a los gemelos limpiando la escalera.

-Iré por los vidrios- dije mientras tomaba una cubeta con un limpiador y un paño. En el camino a las ventanas frontales me encontré con Chris, quien no me miró por terquedad, y yo no me iba a desgastar por aquello. Al salir por la puerta de entrada giré a la derecha y dejé la cubeta en el piso y mojé el paño en el agua para empezar a fregar el vidrio.

-¿Quieres que te ayude?-


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