domingo, 7 de febrero de 2010

"Malas reacciones"


howling howling howling



A la mañana siguiente desperté en mi habitación, me sentía débil y no recordaba porqué.
-Debió haber sido una caza muy cansadora...-susurré, sin poder recordar nada. Luego escuché unos golpes en la puerta.- Adelante-
Por la puerta apareció Christian con el ceño fruncido, él sostenía dos sobres uno abierto y el otro sellado sin hablar me pasó el sellado.
-El comité nos envió a cazar- me informó mientras abría el sobre, asentía con la cabeza.
-Los dos- apunté- Escuché que en eses islas parecía haber una plaga de golems, los cuales empezaron a descontrolarse, es raro...-tomé aire pues me había mareado, fruncí el ceño- ellos son de naturaleza defensiva, no atacarían si no le provocarán.-
-Al parecer no es tan así, pues están descontrolados-informó, luego me miró preocupado- ¿estás bien?-
-Sí, sí... sólo... debe ser el hambre no he desayunado aún-dije para calmarlo, pero al parecer no me creyó.
-Bien...-me miró fijamente buscando descifrar algo, al final desistió- le diré a Iván que te traiga el desayuno, aun que estás muy pálida...-apuntó, luego se dirigió a la puerta, llamaron de nuevo.
-Adelante- dije despreocupadamente mientras me recostaba, tras la puerta salió Adrián, quién me miró con susto y en un abrir y cerrar de ojos me tomaba el rostro.
-¡¿Estas bien?! Estás blanca como un papel-apuntó, le tomé las manos y las saqué de mi cara mientras le sonreía.
-Sí estoy bien, sólo que no he desayunado-dije tranquilamente, palpé un lado de mi cama para indicarle que se sentara y me hiciera compañía, entonces tocaron a la puerta.-Adelante-
-Señorita su desa...-Iván se quedó paralizado al verme- Traeré unas pastillas señorita, ha perdido todo color-dijo preocupado mientras dejaba la bandeja con desayuno sobre la mesita de noche, pero le tomé del brazo y negué con la cabeza.
-No se preocupe, estoy bien, sólo debo tener hambre y un aspecto horrible por que recién he despertado- dije sonriente.
-Creo que podría traerle algún vitamínico- dijo Adrián.
-Oh... vamos no es para tan...-otro mareo, me agarré la cabeza y cerré los ojos mientras me recostaba.
-Iré por los remedios-urgió Iván mientras escuchaba sus pasos desvanecerse.
-Hanna... responde ¿estás conciente?-urgió Adrián mientras me sacaba la mano de mi cara.
-Ajam... sólo necesito comer, sólo a sido un leve mareo... eso es todo...-dije con esfuerzo, odiaba que se preocuparan por mi, no soy una niñita frágil y enfermiza, soy una maldita cazadora.
-Señorita, beba esto, por favor-dijo Iván.
-No las necesito Iván-dije algo molesta
-Señorita...-
-Hanna es por tu bien- dijo Adrián.
-No las necesito-repetí.
-¿Qué es lo que pasa?-en la puerta estaba Chris.
-La Señorita Hanna no quiere tomar los vitamínicos, mire su esta...-decía Iván
-Estoy bien, no los necesito-reclamé.
-Hanna tu aspecto es deplorable, tomate las pastillas- me ordenó Chris mientras tomaba el vaso con agua y la pastilla.
-¡No!- grité.
-¿Hanna?!-los gemelos... los sentí encima gruñendo, protegiéndome, delante de sus espaldas vi a Chris, Iván y Adrián.- ¡No la toquen!-gritaron ambos.
- ¡Miren su estado! ¡Necesita tomar estas pastillas!- gritó furioso Christian, Teo y Leo me miraron parecían sorprendidos, preocupados y.... ¿se sentían culpables? Luego el recuerdo me golpeó con fiereza, por eso estaba así, perdí mucha sangre. Fruncí el ceño y me levanté de la cama, en un salto estaba frente a mi ventanal que daba a una terraza.
-No necesito esa cosa, estoy perfec...-mal asunto, todo se nubló me agarré del marco para no caer.
-¡Señorita!-gritó Iván, luego sentí cuatro brazos tomándome Teo y Leo me sostenían con firmeza, inmovilizándome.
-Voluntariamente no la tomará...-dijo Leo.
-... así que la sostendremos mientras se la das-terminó Teo.
-¡Suelten, no abriré la boca para eso!-grité iracunda.
-Adrián, ábrele la boca-ordenó Chris.
-Por favor tengan cuidado con la señorita-urgió preocupado Iván, los miré a todos con odio, luego sentía como Adrián abría mi boca.

-Lo siento es por tu bien- susurró, sentí como ponían una pastilla en mi lengua y me ahogaban en agua hasta que tragaba la condenada pastilla. Luego todos me soltaron mientras intentaba respirar y tosía.
-Señorita...-Iván me iba a tomar en brazos pero le dí un golpe en la mano y retrocedí.
-Salgan todos de mi habitación...-dije irritada.
-Hanna...-dijo Chris.
- ¡¡¡Salgan ahora!!!-les grité mientras los miraba con odio.
Odiaba que me hicieran eso, no me hacían caso... Creían que era una frágil figura de porcelana. Soy una cazadora...


Ya vestida, con Chris nos dirigíamos hacia las islas, ya allí noté el aura extraña del sector. Desde que los había echado de mi habitación no le dirigí ni una palabra ni mirada a nadie, de hecho pensaba ir a la isla sola, pero Chris me pilló en el acto.
-No piensas que el aura está extraña- dijo Chris. No respondí y miré hacia una cabaña, me dirigí hacia esta.- ¡Oye! espérame-
Al entrar todo se veía oscuro excepto por una luz de vela que iluminaba una especie de mapa, me colgué la escopeta en la espalda y analicé el mapa de la zona. Estábamos cerca de los golems.
-Toma el mapa y vámonos-dijo Chris. Suspiré pesadamente.
-No es necesario, vamos-dije mientra aceleraba el paso- Sólo debemos cruzar un riachuelo y estaremos en la zona de los golems.- dije rápidamente.
-Bien...-dijo mientras imitaba mi ritmo, luego de unos momentos nos encontramos con un río lo cruzamos y sucedió lo inesperado y en el momento inoportuno, otro mareo... fruncí el ceño y me tomé el rostro, Christian me adelantó, luego escuchamos un gruñido ronco como si viniera de una caverna- Apunta Hanna!- exclamó Chris.
-Eso quisiera...- susurré, mientras veía la masa de rocas con forma monstruosa y gruñía y se disponía a golpearnos, reuní mis fuerzas y apunté a su cabeza- phyro!!-grité mientras jalaba el gatillo y un fénix de fuego incineraba a la bestia de roca. Con el impulso de la culata en mi hombro me auto derribé, pero me arrodillé para recuperarme, mis vista estaba empeorando y ya veía tres sombras gigantes frente a nosotros....

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