domingo, 28 de junio de 2009

Nueva


transferencia transferencia




Nuevo año, nuevo auto, nueva vida, nueva ciudad, nuevo departamento, nuevo colegio... Aún no entiendo como fue que llegué a un lugar tan recóndito del mundo, después de estar en el norte me traslado al sur... Un mundo completamente diferente... los inviernos de allá son veranos aquí.
¿Donde estoy? Pues... en uno de los nuevos departamentos para alumnos de transferencia. ¿Por qué me he transferido? Por tener un buen manejo de la lengua española y por mis altas calificaciones, el estado me quiso premiar enviándome al hemisferio sur...
Ya son las 7 y media de la mañana y estoy frente al espejo… que cara. Tomo mi desayuno habitual, me ducho, me pongo el uniforme del instituto. Miro por la ventana…
-Iré a pie, aún no saco la licencia local- pensé en voz alta, total vivía sola, si hablaba sola o no a quien le importaría. Tomé mi mochila, en ella: mi celular, un pase escolar, un cuaderno borrador, mi almuerzo, algo de dinero y un estuche; las llaves las llevaba en el bolsillo de la chaqueta. Apagué el computador después de chequear los últimos correos de mi madre, tomé las llaves y partí hacia el colegio.
La verdad entre mi lugar de origen y aquí no hay mucha diferencia… Las personas caminan sin mirar a nadie, pendientes de la hora o pensando sobre un futuro cercano… Me puse los auriculares para cambiar el ambiente, algo de Nightwish me cae bastante bien en la mañana, caminaba al ritmo de la batería.
Al llegar al establecimiento sentí como cientos de miradas se posaban en mi persona, intenté ignorarlas. Me dirigí a la secretaría allí había una joven detrás de un escritorio, al parecer buscaba unos registros, pues la torre de archiveros a su lado casi sobrepasa su altura.
-Buenos días-dije mientras me sacaba los audífonos. La joven me miró y en su vista pillé una chispa de reconocimiento.
-Usted es la jovencita de intercambio, ¿no es así? Espéreme un momentito por favor, justo estaba buscando su ficha- su búsqueda se volvió ardua y en un archivados de lomo rojo encontró mi ficha.
-Joshua Anne Hasse Werner, ¿no es así?- dijo leyendo la ficha.
-Así es, pero me dicen Anne- respondí, en ese instante un joven de más o menos mi misma edad entró a la oficina.
-Ferrer, que bueno que ha llegado.-dijo la secretaria, el joven se paró al lado mío.- Joshua, él es Christian tu guía y compañero de curso, cual quier cosa se lo puedes preguntar a él.- no me gustaba que me llamaran por mi primer nombre, mi padre decía que era un nombre tanto para hombre como para mujer, pero definitivamente era para hombres.
-Bienvenida al instituto Joshua-me dijo el joven, bien lo describiré, cabellos marón con reflejos rojizos, ojos marrón oscuro con un perímetro verde (poco usual), tez blanca, una gran espalda, músculos aparentemente bien formados… y una sonrisa rara, pero no fea.
-Gracias, os agradecería que se dirijan a mi persona por Anne, si no es mucha molestia- dije, intentando sonar agradable, y no hostil. Él asintió con la cabeza y me guió hasta el salón de clases, nuevamente miradas sobre mí. Al entrar al aula había un profesor frente a la pizarra, Christian me dijo que me parara a su lado para que me presentaran al curso.
-Clase, ¡Orden, por favor!-vociferó el mayor, golpeando la mesa con el libro de clases, en ese momento todos en el aula me miraban a mi, algunos susurraban cosas otros sólo se quedaban callados.- Ella es Joshua Hasse, la estudiante de intercambio, por favor sean amables con ella- jalé un poco de la manga del profesor y le susurré al oído.
-¿Podría presentarme como Anne? Si no es mucha molestia-le susurré, él miró el libro de clases y corroboró que tenía tal como segundo nombre.
-Corrijo, ella es Anne Hasse la nueva estudiante de intercambio, tome asiento por favor- me dirigí hasta el final de la sala, al fondo había un banco vacío, me senté y nuevamente la presión de las miradas ajenas me aplastaban sicológicamente, intenté atender a la clase lo más que pude, tomé cuanto apunte pude hasta que tocaron el timbre. Me acerqué a Christian.
-Disculpa Christian, ¿Dónde está el baño?- hablé en tono bajo, él sonrió nuevamente y me guió hasta el baño- Gracias, exploraré el instituto sola, disfruta de tu recreo, gracias nuevamente- le dije antes de entrar al baño. Al salir mi guía ya no estaba allí y caminé por casi todo el campus intentando recordar cómo llegar a mi aula común después.
-¡¡Cuidado extranjera!!-exclamó una voz masculina, al voltearme divisé cómo una pelota anaranjada se dirigía en bala contra mi, puse rápidamente las manos y agarré la pelota salvándome de un posible impacto de aturdimiento.- ¿Estás bien?-
-Sí, no hay problema, tenga-le pasé la pelota en sus manos, era otro chico de mi curso, era alto, de cabellos marrón oscuro y ojos ámbar
-Lo lamento, pero lograste tomarla a tiempo, ¡Qué buenos reflejos extranjera!- lo sé es el primer día de clases, ¿cómo lograría que todos me llamasen como quiero?
-¿Juegan Basquetbol?-pregunté mirando a su espalda, un grupo pequeño estaba esperando la pelota y otros miraban sigilosos, contándolo a él eran 7 personas.- ¿No quieren un jugador más?- pregunté entusiasmada, ese deporte me encantaba, él me miró sorprendido giró la cabeza para atrás y gritó.
-¡Quiere jugar!-el grupo tomó la misma expresión que él, atónitos, pero después divertidos, dijeron que sí y me asignaron un grupo.
-Mujeres primero-dijo uno de los chicos y me lanzó la pelota, saqué y a pases limpios con el equipo llegamos hasta la zona de ataque, uno de mi equipo lanzó y la pelota rebotó, salté para agarrar el rebote, al mismo tiempo que el chico alto que había conversado conmigo, ¡y se lo gané! (símbolo de victoria) lancé desde el mismo lugar y encesté.
-Ooo.....!!!-vociferaron al unísono.
-Chas!- exclamé con una sonrisa. Sentí una mano en el hombro.
-Gran salto Joshua-me dijo uno de mi equipo. Me resigno! Jamás lograré que me llamen Anne! Sonreí y me di cuenta que estaban molestando al perdedor del salto.
-Viejo esa chica te ha ganado el rebote, que decepción! Jajá- le decía uno dándole fingidos golpes en el brazo. Tocaron para entrar a clases
-Corran!! Que el profe nos va a dejar afuera!!- gritó uno todos entre risas corrieron, mi contrincante de salto me tomó de la muñeca.
-Vamos que o sino quedaremos afuera, por cierto me llamo Leo- me dijo con una sonrisa, una sonrisa muy linda por lo demás, asentí con la cabeza y corrí detrás de él junto con el grupo intentando no tropezar y no soltar su mano. Al llegar a l sala entramos todos juntos y paramos en las esquina del fondo de la sala, todos jadeantes.
-Esos son los 100 metros planos!!-exclamó el mismo que me había felicitado por el salto.
-Exageras David- dijo Leo. Luego se dio cuenta que aún no me soltaba la mano, la verdad yo tampoco lo noté estaba blanca intentando retomar el ritmo de mi respiración. La soltó rápidamente.-Lo siento-
-No.. hay problema- dije entrecortadamente, de mi mochila saqué una caja de jugo mientras el profesor entraba al aula. Nos sentamos todos y, por mi parte, atendí a la clase, aunque el resto de mis compañeros cuchicheaban quien-sabe-que-cosas. Al menos ahora no todas las miradas se posaban en mí, podríamos decir que sólo la mitad de la clase me miraba de vez en cuando, llegó el almuerzo y Leo fue el primero en aparecerse frente a mi banco.
-¿Quieres almorzar con nosotros?-preguntó entusiasmado, con una hermosa sonrisa en el rostro.
-Claro, gracias por invitarme- le dije con una sonrisa, tomé mi termo y le seguí, en el casino estaba todo el grupo con que había interactuado en el primer recreo.
-Eh! Joshua por aquí!-gritó David, y palmeó una silla al lado suyo, el resto del grupo se reía y contaba chistes cuando me senté con ellos todos me dieron la bienvenida y se presentaron. Bueno empezaré por los que eran del equipo en que yo participaba, David o Dave el chico que me había felicitado por ganarle el rebote a Leo era de estatura media ojos azules y cabellos negros; Andrés era quien había lanzado el balón para el rebote, era más o menos alto, cabellos rubio pálido y ojos color miel; el que último integrante del equipo era Ignacio o Naxo de media estatura ojos negros y cabellos marrón oscuro. Del equipo contrario estaba Leo, su hermano mellizo Eric, similar a su hermano pero con cabellos más oscuros; Iván, el más bajo de todos medía 1,65, cabellos rojizos y ojos pardo; y Antonio o Toño, un poco más bajo que Leo, de cabellos negros y ojos verdosos. Todos ellos deportistas y de buena estructura muscular.
-Y ¿De donde bienes?-me preguntó Eric.
-De Hannover, Alemania-respondí, todos abrieron los ojos como platos.
-¿De tan lejos?-preguntó Naxo- ¿Cómo hablas español?-
-Con mi madre solíamos ir de vacaciones a España, allí aprendí de a poco su lengua-Leo asintió con la cabeza.
-Hey chicos!! No se roben al la extranjera!!-gritaron unas chicas a dos mesones de distancia. De solo verlas no me agradaron “Hündinnen” fue lo primero que se me vino a la cabeza al verlas, soltaron risitas estúpidas. Una de ellas se acercó a la mesa directo hasta mí.
-Buen provecho, linda, ¿no quieres compartir con nosotras?-dijo la chica, la verdad mejor hubiera sido que no se me hubiera acercado, estaba pasada a perfume y shampoo frutal, que chocante, me tapé la nariz.
-Lieber nicht- le dije con cara hostil. La nena me miró con cara estúpida, suspiré- Preferiría que no, ándate- le dije aún más hostil, todos en la mesa se ahogaron de la risa y la rubia altanera mostró la misma cara hostil que yo le daba.
-No sabes las enemigas que te haz ganado- dijo y se dio vuelta pegándome en la cara con su largo cabello.
-Warten Sie-dije hostilmente. Todos en la mesa se reían.
-¡Eso fue magnífico! Nadie trata tan mal a Helena, nadie se atreve-dijo Andrés entre risas.
-¡¿Viste su cara?! ¡¡Fue indignación total!!-exclamó Antonio.
-¿Qué fue lo último que dijiste?-me preguntó Eric.
-Warten Sie, Esperaré tu ataque… -
-Que valiente, realmente no te conviene tener a Helena como enemiga-me advirtió Leo, ¿Por qué será que me advierte? Vi de reojo a Helena, y todas las chicas que le seguían me miraban con odio altanero, resoplé disgustada. En mi antiguo colegio me pasó algo similar, supongo que en todo curso existe la “Idola plástica” y su enjambre de seguidoras sin cerebro… Anda a saber yo que me llegaría a pasar.

1 comentario:

  1. Angeliiiic hace muchos dias que lei este capi y me gusto un monton, te juro q no habia podido comenta XP jejejej espero subas otro pronto, jejejeje

    nosvemos (;

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