martes, 11 de agosto de 2009

Inesperado



-Hace cuantos años sirve a mi padre Agente Hasse-dijo con una traviesa sonrisa.
-De... De que hablas?!-dije alejandome unos pasos de él y recordando mis clases en la academia donde me decían cómo disimular el nerviosismo y despistar al qagresor, pero no lo lograba.
-Vamos Josh, me acabas de decir que sólo ibas a enfermería por balas en tu cuerpo, ¿quien más que un agente de mi padre soportaría eso?- mientras lo decía se me acercaba con esa traviesa sonrisa, choqué con un arbusto y él me alcanzó tomandome de ambos brazos.-Por tí, poque tú le había pedido permiso a mi padre para asistir a la salida, por eso me respondió con un "otro más?" cuando le dije, tú trabajas para mi padre- le quedé mirando ya dandome cuenta de que no podría hacer nada por remediarlo, suspiré y miré hacia el lado.
-Más te vale guardar el secreto, tu padre confiará en tí, pero yo apenas te conosco- dije de manera fría, sentí que sus manos se aflojaban- No confío tan fácil en la gente- con una maniobra salté el arbusto de espaldas y me safé de Leo, para comenzar la carrera y encerrarme en mi habitación de la cabaña, pues depués de la riña había dejado todo tirado.
-El resentimiento de una muñeca- susurré para mis adentros mientras veía todas mis cosas desparramadas fuera de la cabaña, me agaché a recogerlas y guardarlas en la maleta, ya se estaba haciendo de noche y terminé de guardar mis cosas. Sabía de antemano que algo así iba a pasar así que había llevado una carpa que armé detrás del resto de las cabañas, puse mis cosas adentro y me dirigí al comedor para comer mi cena.Al entrar las plasticas empezaron a susurrar mientras todos estábamos en la fila, yo retomé un libro que había traido, hasta que Helena decidió poner su mano encima.
-Te agradecería que saques tu mano de allí, estoy leyendo- le dije mientras subía lentamente la cabeza para ver su sonrisa tan burlona y autocomplaciente.
-Oye, no había suficiente espacio para nuestras cosas así que sacamos las tuyas, si no te molesta duerme con los perros- dijo arrogantemente mientras el resto de Barbies se reía y el presidente nos miraba desesperado sin saber que hacer, moví mi libro para que la mano de Helena lo dejara y seguí leyendo, con la misma expresión de indiferencia. Oí el suspiro de alivio del presidente y el respingo orgulloso de Helena.
Llegado mi turno saqué mi cena, pollo con arroz, y me senté en una esquina, leí mi libro mientras comía sin botar ni un grano de arroz. Luego una sombra me tapó.
-Josh... lamento la hostilidad de Helena- era el presidente de curso que se había acuclillado mientras se acomodaba las gafas, se veía que lo lamentaba- No se cómo tratar con Helena desde pequeña sus caprichos han esto atormentandome... Disculpa por no defenderte.-dijo apenado. Apoyé mi mano en su hombro y le sonreí.
-No te preocupes, esto no me afecta, tu trabajo es excelente, y con respecto a Helena, solo hay que dejarla ser-dije luego miré al techo- Del cielo les cae su castigo-
-Gracias, Josh ¿no quieres comer con nosotros?- ofreció, yo negué con la cabeza.
-Es mejor que no, la princesa pondrá problemas, además estoy a gusto aquí, gracias de todos mod...- no pude terminar la frace pues unos restos de arroz con ketchup calleron sobre mi cabeza. Inexpresiba vi a la obvia agresora.-Se te ofrece algo ¿Helena?- dije mientras los grnaos corrían por mi cara.
-Aléjate del resto, mejor vuelve a tu país que aquí sobras- dijo miré mi libro, manchado, suspiré con pesar y me lebanté.
-Eres decepcionante, Helena-escuché a Leo mientras me tendía una servilleta, la acepté y limié un poco el ketchup de mi libro.
-Gracias-susurré.
No necesitaba levantar la mirada para saber lo que pasaba Helena debía de estar imprecionada y sino furiosa, los chicos me rodearon y el presidente de curso estaba a mi lado ayudandome a sacarme los restos de comida de encima. Susurré nuevamente y me movía hacia la puerta sin mirar a nadie. Con el hecho había perdido el apetito, lamenté la rojiza mancha de mi libro, los cerré y advertí que no tenía ducha en mi "campamento" y que si iba a mi correspondiente cabaña Helena hecharía abajo la puerta o algo similar. Me fuí al bebedor y abrí la llave para mojarme el pelo y sacarle un poco la esencia a comida. Luego de atenuar un poco aquello miré la hora y escuché los gritos del presidente.
-Ya son las dos todos a sus cabañas!- todos refunfuñaban mientras entraban a sus cabañas.
-Te ayudo con las superviciones?- le dije con una sonrisa él asintió agradecido.
-Tu ve por las puertas de los hombres y yo las de las chicas, te harán más caso a tí y evitamos otro encontron con Helena- dijo amablemente, asentí y mientras caminaba aplaudía.
-Bien! todos adentro!- todos me quedaron mirando y yo sonreí, luego simulé un fruncido de seño- Ya,ya! todos adentro, mieren que el presidente me envió ya que no le hacen caso al pobre- luego sonreí y todos entraban de a poco. Los chicos con que me relacionaba me tomaron de las muñecas y me entraron a la cabaña.-Hey! chicos! esperen, yo no debo entrar aquí- decía mientras me agarraba del marco de la puerta,al final me rendí y los chicos me llevaron a una habitación con un camarote y adentro estaban mis cosas y mi carpa plegada, me quedé atónita.
-Nosotros dormiremos al lado, por si necesitas algo-me dijo David.
-Sabemos que las chicas prefieren piezas a parte de los hombres, además así el presidente nos dejó que te quedaras con nosotros- dijo Andrés. Sonreí, cuantas misiones había estado en una estrecha carpa durmiendo con dos hombres para a la mañana siguiente afrontar alguna misión suicida, jamás me importó eso, sólo sonreí. Me volví hacia ellos y descubrí al presidente en la puerta.
-Son con los que mejor te llevas ¿no?- dijo sonriente.
-Gracias, muchas gracias a todos- dije luego los abracé a todos y al abrasar a el presidente le susurré-Espero no traerte problemas, tienes un bello corazón-luego fui a abrasar al último que me quedaba, Leo. Me quedé quieta mirandolo un milisegundo, luego lo abracé sin mirarle, me dirigí hacia la puerta en busca de mi maleta y me dirigí al baño.-¿Les molesta si me quito el olor a arroz, pollo y ketchup?- dije con una media sonrisa, todos carcagearon y me dieron permiso. Me duché fugázmente y me puse unos jeans, la chaqueta antibalas una camiseta y sobre todo un poleron y unos pantalones olgados para "dormir", salí con pantuflas peludas del baño, dejé mi maleta en mi habitación y en la "sala" e la cabaña nos sentamos todo el grupo a conversar hasta que ya la conversación parecía muerta, evité totalmente la mirada de Leo y ya cuando eran las cuatro decidí excusarme por sueño y cerrar la puerta de mi habitación para encintarme la pistola colgarme la placa y ponerme las zapatillas de agarre, para salir por la ventana hacia mi misión. tenía en promedio dos horas para llevar el operativo a cabo...

1 comentario:

  1. *0* pero que lindos fueroon los chicos, al darle una habitacion a Josh *-* que cool porfis Ann quiero el 5° capi *-*

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