lunes, 26 de octubre de 2009

Operativo CDG: 84532


Ella se había ido a acostar pero actuaba de manera muy fría. Cuando ya todos estaban literalmente cocidos, llamé a su puerta pero no había respuesta, nada... me harté y patié la puerta haciendo que esta se abriera, los cabros no se despertaron y ella no se movió del saco, me senté a su lado y le tomé del hombro, o lo que creía que era su hombro.

-¿Qué significa esto?- dije mientras sacaba las frasadas enrollandas dentro de sus saco, ella no estaba en ninguna parte. Pero la ventana estaba abierta. Salí del lugar con una linterna sigiendo las pisadas que se dirigían a la salida del recinto, salté la reja y seguí las pisadas. "¿Por qué salió? no creo que mi padre le haya mandado a algún operativo ¿o sí?"



Salí rápidamente saltando la reja mientras me agarraba del farol para impulsarme. Quien iba a pensar que una motocicleta estatal se hallaría tan cerca de un recinto vacacional.

Desenfundé mi piltolay monté la moto.
-¡Joshua!-escuché a mi espalda y sentí que la motocicleta bajaba más.Me di vuelta y propiné un codazo a quien se subió a la motocicleta. Salté de ella y apunté con mi pistola.
-¿Leo?-dije al verlo medio aturdido en el piso, corrí hasta él guardando mi arma y medio levantadolo.-¿Qué carajo haces aquí? Ves lo que provocas?- dije en un susurro para que nadie se despertara o notara nuestras presencias.
-Estoy bien, gracias- dijo con un tono irónico mientras se incorporaba.-Voy contigo- dijo decidido mirandome a los ojos. Lo miré con seriedad extrema me levanté y caminé hacia la motocicleta.
-No, vete a dormir- dije con seriedad y me subí al vehículo, él tomó mi codo e insistió.
-Iré contigo-dijo. Supiré pesadamente, le tomé del brazo se lo torcí en su espalda y lo di vuelta usando su mmismo peso; luego me paré y lo miré desde arriba, totalmente seria.
-Vete, y no se te ocurre seguirme-dije pero cuando me giré él tomó mi tobillo.Me agaché resignada.
-Una de las condiciones que me dieron para poder venir, fue completar un operativo de narcotráfico; si no estás enterado, si no lo hago me castigarán-dije en tono apasible mirándole a sus ojos, aún aturdidos.
-Te lastimarán-dijo él. Torcí una sonrisa.
-No lo harán, lo prometo-dije como respuesta final; lo llevé hasta la reja y lo pasé adentro del recinto.-Nos vemos- dicho esto corrí hast ala motocicleta y aceleré rápidamente, ya había perdido media hora y ahora sólo disponía de una y media.
Al llegar al lugar, habían personas apestando a alcohol en el suelo de las calles y también un fuerte olor a droga. Apagué el motor de la motocicleta y desenfundé mi pistola. La casa estaba a una cuadra y corrí hasta allí, al llegar la reja estaba abierta y había movimiento en su interior, entré sigilosamente y me posicioné frente a la puerta principal; tomé un respiro y pateé la puerta.
-Todos manos arriba este es un ayanamiento por confiscación de drogas- grité, pero al parecer nadie quizo obedecer mis ordenes.
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-Aló? Señor, envíe a los agentes a retirar la droga- dije, ya todo estaba calmo; por suerte no tuve que matar a nadie sólo percuté tres disparos, y dos de ellos fueron a las manos que sostenían armas; al resto los noqueé con movimientos físicos y sól odejé a uno conciente, amarrado a una silla.
-Perfecto, ¿algún inconveniente?- inquirió mi jefe.
-Sólo me han dado en el brazo derecho, pero nada grave; los acusados están amarrados y dejé a uno conciente- respondí mirando al acusado aún drogado.
-Enviaremos al personal médico también; cuántos estaban en el lugar?-
-Al parecer 13 personas, todos bajo los efectos del alusinógeno- respondí; luego se escucharón los coches estacionar y el movimiento de maquinaria y personal.-Los detalles se los llevaré mañana, hasta luego-
-Hasta pronto, Capitán Hasse, buen trabajo- y me cortó. Los paramedicos extrayeron rápidamente la bala en mi brazo derecho y saturaron la herida, sólo unos tres puntos y me fuí del lugar.
Retomé la motocicleta y al llegar a la cabaña, entré por la ventana; que no estaba vacía.Él estaba sentado frente a la ventana, pero estaba dormido, sonreí y me acosté a dormir. Tenía que asumir que la herida en el brazo me molestaba.

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