viernes, 19 de junio de 2009

Un extraño joven...

Me levanté temprano, al parecer la velada de Hindi había salido de maravilla, pues nadie más estaba despierto en casa. Preparé el desayuno y decidí comer una manzana, pronto asomó Ofelia.
-Buenos días-dije mientras le pasaba una taza de té. Al parecer aún estaba somnolienta y de seguro se había pasado toda la noche espiando a la pobre de Hindi.
-Buenas...- dijo de mala gana.- ¿Y Hindi?-
-Debe estar por despertar...-contesté, terminé mi manzana y me dirigí a mi habitación- El té está caliente, ten cuidado- respondió con la cabeza aun con la niebla del sueño y salí de la cocina. Al pasar cerca de la habitación de Hindi, ella salió y me saludó con las mejillas ardiendo en fuego.
-Buenos días- saludé, sabía cuanto le perturbaban los interrogatorios de Ofelia- Ofelia está en la cocina, ¿no prefieres vestirte primero?-le dije con una sonrisa.
Oh! muchas gracias-dijo nerviosamente y entró en su habitación cerrando bruscamente la puerta.
Seguí mi trayectoria hasta mi habitación y como este día (sábado) era un día libre, decidí ir a caminar por la plaza y aprovechar de hacer las compras.
Un jovencito me vendió el diario que hojeé camino a la tienda, un encabezado me llamó mucho la atención.

"SE RECLUTAN MISIONEROS
Hermanos, las leyendas están fuera de ser tales,
los vampiros existen y han atacado en nuestras
tierras, hermanos, os ruego veléis por nuestra causa
que nosotros empezaremos la batalla contra esos
engendros demoniacos..."

¿Vampiros?, ¿Existen? Aledaña a este encabezado, en el desarrollo de la noticia enunciaban lasa formas de reconocer a un vampiro, y a una víctima de este. Cómo combatirlos, sus víctimas preferenciales...Pero no lo leí completo.
-Estupideces... Escritores bañados en fantasía-escuché decir a un hombre que estaba viendo la misma noticia. ¿Realmente será así?... Decidí dejar el tema de lado, aún me quedaban las compras guardé el diario en la bolsa de compras y me encaminé a mi deber.
El tiempo pasó volando y como ya era hora de almorzar resolví comer en alguna tienda, Hindi y Ofelia podrían arreglárselas solas. Entré a un comedor de pastas, mi preferida, y me senté en una mesa cerca del ventanal pedía a mi gusto y me quedé viendo a la nada.
Vampiros... ¿Realmente existían? Bueno, había que admitirlo, muchos niños y mujeres se han encontrado muertos y anémicos fuera de la ciudad con sus cuerpos abiertos de par en par con las tripas afuera. Sí, malos recuerdos... la semana pasada me había tocado ver a una reciente víctima y en el club de caballeros ya había sido un teme de cabecera, pues varios de sus mandados resultaban ser víctimas de ataques de la misma naturaleza, primero culparon a animales salvajes como lobos y ordenaron su exterminio, pero aún así, después de satánica e innecesaria cacería los ataques siguieron ocurriendo...
-Disculpe señorita, ¿está sola?-una voz masculina de dulce sonar me sacó de mis pensamientos, lo miré al rostro y no creí lo que vi... intenté comportarme como me era normal y le sonreí cordialmente.
-Sí, lo siento pero acabo de pedir mi plato-dije dándole a entender de que no desocuparía mi mesa. Este torció una sonrisa.
-Pues, ¿Podría sentarme con usted? Le invito el almuerzo-dijo poniendo una mano en la silla frente a mí.
-Si quiere puede sentarse, pero yo pagaré mi plato-dijo media molesta... Yo era lo bastante autosuficiente y responsable como para dejar que un extraño pague mi almuerzo, ¡que humillante!
-Disculpe si la he molestado-dijo sentándose, me quedó mirando con semblante curioso. Suspiré para relajarme y entrelacé mis dedos.
-No se preocupe-dije fríamente, miré por el ventanal.
-No me he presentado, mi nombre es Elfric Bourcier-dijo él. Lo miré un poco más calmada y le sonreí.
-Angelic Coudray, un gusto caballero- le dije, pero la verdad es que parecía ser de mi misma edad, unos diecimuchos o unos veintipocos. Su piel era tan pálida como la mía, pero quizás un poco más, su cabello era marrón y lo traía a medio largo, pues no le tocaba el cuello de la camisa, sus ojos eran... extraños... Eran de un celeste cielo, potente pero sereno... Desvié rápidamente la mirada de él. Y mi plato llegó.
-Gracias, el caballero también desea pedir algo- le dije al mozo, que por tantas veces que venía allí ya nos conocíamos, él se llamaba David.
-Sí, claro Ann. Aquí está la carta joven.-le entregó la carta a Elfric y este me sonrió, luego miró la carta.
-Lo mismo que la señorita por favor-dijo él, David me miró divertido, yo puse cara de "¿Y yo qué sé?" y tomé el tenedor para empezar a comer, pero David me lo quitó.
-¿David?-dije ingenua, y picándome a molesta.
-Lo mejor será que os traiga ambos platos calientes- dijo y se marchó. Quedé mirando hacia su dirección, viendo como entraba a la cocina y me dejaba con el tenedor limpio en la mano, un completo desconocido enfrente mío, un hambre voraz y una cara de " Te voy a matar después de esto"

2 comentarios:

  1. Wuuujuu!!
    OIE!! son geniales!! Me encantan n.n
    Y sabes q??
    La descripcio del joven es muy similr al profe q enseña viola en la Orquesta....solo q mi profe se llama Frank Serchenshehjejcsdsix shcfxihiu
    Es Aleman...xD
    Esop :3
    Me gustoo!!
    Sigue!


    Tu hermanito q te apoya :3

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  2. XDD gracias hermanito n.n, presentame a tu profe 1313 XDD naa... mi gusta ser soltera XDDD

    bexos cabro chiko te kro

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